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sábado, enero 14, 2006

La Sonrisa de un Niño

Como transmitir sólo a través de palabras lo que representa la vivencia de toda una vida laboral al servicio de los niños donde quiera que ellos lo requieran.
A partir del año 1988, cuando llegamos como perfectas desconocidas y absolutas extrañas a un medio totalmente distinto a lo que era nuestra realidad habitual.
Por el acceso principal del Hospital Luis Calvo Mackenna ingresamos un grupo de alumnas de Educación Parvularia que contabamos con un gran entusiasmo, representaba un desafío para nuestra área y para nosotras mismas.
Es tan difícil descubrir lo que sentí al observar aquellos niños en sus cunas y camas tans solos y desamparados por necesidad de ser queridos, acompañados y darles una razón para mejorarse, pero no seguir así. Tenía claro que la realidad a la que me iba a enfrentar era muy dura y desgarradora, era estar frente a la vida y a la muerte día con día; saber que si hoy veía a un pequeño probablemente mañana ya no estaría.
Esas caritas llenas de dolor y ternura hicieron que semana a semana sintiera con más fuerza, con más seguridad que estos niños verdaderamente nos necesitaban, que nuestra labor es tremendamente necesaria.
Es muy difícil definir por medio de palabras la amargura que siente a través de las lágimas derramadas cuando un niño nos deja, el dolor de perderlo y sentir que al menos mejoró su calidad de vida los días de hospitalización; por otro lado las sonrisas de aquellos que están mejor y pronto partirán a sus hogares para alegrarle la vida a su familia.
Me gustaría tanto que todos pudiesen conocer esta realidad tan distinta al deambular sin razón que ocurre fuera de estas paredes. Es un alto en la vida que permite reflexionar y preguntarse que es lo que realmente importante, cual es el motor de nuestras acciones, porque seguimos adelante, cual es la luzque guía nuestros pasos; es que acaso estamos tan ciegos que no nos damos cuenta de lo que ocurre a nuestro alrededor.
Como cambia el día cuando vemos una sonrisa en la carita de un niño, cuando a pesar de su enfermedad es capaz de disfrutar lo que le ofecemos.
Hoy 2006, mirando hacia atrás y el transcurso laboral hasta hoy me pregunto que más puedo decirles que les haga comprender la fortuna que tuve de poder ejercer mi labor en aquel lugar; lo que me aportó en mi visión y mi misión en la vida, en mi responsabilidad en la formación de cada niño que está a mi cargo directa o indirectamente, poder transmitir la necesidad de lograr cada día LA SONRISA DE UN NIÑO.
Respeta la vida y ella te respeterá a tí.Nos vemos pronto.

3 comentarios:

Anónimo dijo...

Bernardita: en primer lugar que importante es cuando la persona habla desde su propio corazòn, cuando las emociones y sensaciones se manifiestan. Que gran aporte haces a todos los que desconocen la inmensa labor que puede realizar una Parvularia en un Hospital y cuanto se devela a traves de su accionar. ¡Te felicito! ¡Estoy orgullosa de ti como persona, como humana y como mujer!

Anónimo dijo...

Hey what a great site keep up the work its excellent.
»

Anónimo dijo...

Hermoso relato de tu experiencia de vida desde el punto de vista profesional y expresada a través deuna de tus mejores armas como es la redaacción (envidiable).
Lindos y profundos todos tus relatos , dignos de ser reflexionados.Gracias por todo y te felicito por tu excelente blog.

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